jueves, 19 de octubre de 2017

Escalada



Escalada
Cómo actividad complementaria, es decir, extra. Hemos tenido varias series en las que hemos acudido a un rocódromo llamado Madrid Vertical; situado en la calle Sofía número 34.Allí, tuvimos a varios monitores como: Ángel, Fernando…

La hora de llegada era a las 9 de la mañana, hasta las 14h.

Nos daban una bolsa, con bocadillo, bebida, y fruta.

Es muy divertido si no lo has hecho nunca.

Lo que tienes que hacer es ascender por una pared con apoyos; en la que principalmente para hacerlo bien, se tiene uno que apoyar con los pies ya que así te impulsan mucho mejor hacia arriba.

Mientras tanto, tienes abajo al tutor sujetándote por si te caes. Claro está, que estás atado con un arnés.

Fuimos un grupo bastante amplio. Al igual que con unos voluntarios de Telefónica, y de otros centros de la Fundación Manantial.

De esta actividad, ó salida, fuimos 3 veces. Para culminar con la práctica; nos acercamos al pueblo de Patones… y escalar sobre una montaña; en la Comunidad de Madrid.

Sucedió lo mismo que anteriormente. Nos dieron de comer, incluyendo frutos secos. Aunque hasta llegar hasta allí, nos dimos un buen paseo.

Nos recogió un autobús, y el trayecto duró más o menos 1 hora y 15 minutos.

En el transcurso, nos hicimos unas fotos. Y lo que llevaba en sí salir, era relacionarnos entre nosotros, y gente de fuera. Aunque seamos unos discapacitados mentales.

A la ida y a la vuelta el recorrido que nos hicieron, nos hizo pasar por el nuevo estadio del atlético de Madrid (el Wanda Metropolitano).

Acudió la antigua psicóloga Carolina. De la que nos alegramos mucho de verla. De la misma manera que Cristina de Jardinería, de aquí de Hortaleza, y Ricardo del taller de Tolpa.

La escalada desde hace ya algún tiempo, se lleva poniendo de moda en toda la nación española. Y lo suele practicar mucha gente. Tanto al aire libre, con en centros especializados.

Volviendo al tema que nos ocupa. A la vuelta, puesto que estamos muy cansados, nos pusimos a beber agua de una manguera que había por allí. Así nos refrescábamos un poco.

Hablando en mi propia persona, después de todo lo acontecido, en el autobús volviendo, casi me hecho una siesta. Estuve a punto de quedarme dormido. Porque los músculos, y la caminata fue tremenda.
Bueno, ya vais sabiendo lo que se puede llegar hacer en el CRL.

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